31 julio 2012

Los perfumes

Nuestro sentido del olfato está estrechamente vinculado a la memoria. Marcel Proust transmitió con notable profundidad de qué forma el olor de la infancia consigue desencadenar una memoria gráfica intensa e involuntaria de un concreto evento por el estado emotivo. Posee valor entonces que los interesados se sientan atraídas por los perfumes y colonias que nos conectan de cierta manera con los recuerdos positivos si bien de manera indefinida. Según los tipos de fragancias todo individuo los señala y marcan en uno de los dos campos: la luz y la oscuridad.


El toque claridad: Como el nombre sugiere, las fragancias florales son ligeras y frescas. Evocan una sensación de aseo y adolescencia, con un olor a lavanda y con tonos florales o frutales, de leña recién cortada, chaparrón de primavera y aroma de los bebés recién nacidos. Ideales para el hábitat de las casas más actuales o de las oficinas de diseño actual, sitios que necesitan una fragancia con olor a aseado que no obstante añade calor a nuestro entorno. Fragancias ligeras que realizan esta tarea con sutileza y estilo. Sus usuarios son vivaces y divertidos, personas que no se toman excesivamente en serio las cosas.

A pesar que estas fragancias son luminosas no por ello se trata de fragancias simples. Las mezclas pueden ser de aromas florales, con toques de frutas, cítricos, o verdes, tales como notas de plantas y hierbas, que se desarrollarán diferente en cada persona.

El lado misterioso: En el otro extremo hay fragancias oscuras, olores que en absoluto son la opción razonable de la mayoría de las personas. Olores diferentes, tenaces y llenos de profundidad. Huelen a libros antiguos, a cuero gastado, tierra húmeda y leño. El objeto primero de cualquier esencia sería, desde luego, impedir o disfrazar el olor corporal cuando no se podía bañarse todos los días, de ahí el nombre de agua de fragancia o eau de toilette. Los ingredientes elegidos eran los que marcaron la frescura, como el citrón, lavanda y rosas, que asociamos con los ingredientes de aromas más livianos. No obstante pronto se desarrolló el manejo de los perfumes más allá de la desodorización y en este lugar está el inicio de los perfumes más oscuros.

Al final un perfume desea construir un público apegado, personas que tienen seducidos los sentidos y sin meditar unicamente en modas pasajeras. Después de todo, la vinculación de una mujer con su esencia resulta una cuestión compleja, que se cultiva con el tiempo. El aroma que nos provoca precipitarse en el cariño es una manifestación prolongada de nuestro verdadero yo.